domingo, 16 de junio de 2013

133ra Entrada, Adagio: Love song, Rihanna



Esas palabras que resbalan por tu boca… me miran con desprecio como si tal de mi maldad estuviera tomando de ellas la parte oscura de tu alma… son sus silencios los que le gritan a mis manos que te acaricien, que enciendan tu piel e iluminen tu deseo… no es solo la energía que se diluye, estoy tomando de ti aquello que ocultas a los demás.

Como deseo acariciar y revivir el hormigueo bajo tu piel… insensata de mí que te quiere esclavo de tus sensaciones, estúpida de mi si comienzo a enamorarme de la forma en como gimes cuando me besas o de nuestras profundas respiraciones… y el tiempo egoísta con sus horas nos lleva de vuelta a la realidad, esa realidad que desconozco…
¡Ah! Por qué quiero besarte a través de las infinitas distancias, anidar mi cara en tu cuello, morder tus hombros y apretarte tan fuertemente suave como me sea posible, ¿qué son todas estas sensaciones? ¿Qué es esta necesidad de acunarte entre mis piernas? ¿Serán juegos de las lunas llenas o los etílicos efectos después de una exquisita cerveza?

“Serás la única que desea envolverle en estas energías” me pregunté una vez, y no pude evitar recordar esas cosquillas en mi estómago, es esta ansiedad de probar, la curiosidad de sentir…

Luego, en la oscuridad que cubre los sueños, sueños incesantes que despierta anhelo mientras los ojos permanecen cerrados... las manos que recorren mi cuerpo son las suyas... el recuerdo de esa inolvidable sensación de tranquilidad, no podría imaginar mayor placer... suspirar profundo mientras recuerdo sus artes... desearía poder repetirlas tanto como las veces que lo pienso mientras camino, mientras almuerzo, mientras trabajo... mientras hablamos... sus palabras calientan mi sangre como nunca nadie ha hecho... es tan nuevo, tanto deseo no puede ser contenido en mis caricias... desearía escuchar sus quejidos trémulos entre los ecos de los míos. Un beso, Señor, un beso bastaría para despojarme de todo raciocinio... Usted se ha apoderado de mi mente y de mi cuerpo... me volvería adicta a los placeres que me proporciona...

Solo le pido una cosa, no se apiade de mi si siente lo mismo... no tenga miedo.

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