Será que me gusta tanto soñarte que te sigo recordando... que sigo alucinando con esas caricias... mmmmm (suspiro) esas caricias que quedaron suspendidas en el tintero y en la puerta de tus labios... (suspiro otra vez)... puedo engañar mis sentidos y mis pensamientos, puedo regalarme el placer de tus fantasías... pero no será lo mismo si son tus manos las que lo provocan... algún día quizá tenga el valor de pedirte que te sumerjas bajo mi piel y nademos por los ríos de placer, aquellos que se esconden en tu mirada y que callan mis manos cuando desean acariciarte...
Aunque te anhele, solo te puedo alcanzar con mis palabras...(suspiro) no tendrás el valor de recorrerme con tus manos... no me queda más que poner mis deseos en un baúl de recuerdos, hasta que en la vida encuentre al merecedor de mis caricias. (¿Cuándo será?)
Desearía que ser la Musa que te despierta a mitad de la noche, añorando satisfacer tus deseos con la droga de mi piel... (ah! como desearía acariciarte) y mi anhelo de convertirme en la guitarra que acaricias suavemente tendrá que esperar hasta que las lunas dejen de menguar (hasta que deje de soñar despierta).
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