sábado, 31 de agosto de 2013

152da Entrada, Adagio: One time, King Crimson


Pues así como es raro levantarse un día sábado temprano en la mañana luego de una semana asquerosa, luego de hacer clases en la UAH me fui a vagar por Santiago Centro.

El panorama matutino es completamente distinto, es la hora en que las calles están vacías, la gente mantiene su mirada vacía pero observa tranquila el pasar de los autos... algunos se frotan las manos, otros abrazan a sus parejas y se besan, otros entran a una iglesia por una siesta... los carabineros se pasean sobre el lomo de sus caballos, miran de un lado a otro con calma, me imagino que el casco que llevan sobre sus cabezas les pesa demasiado, tanto que apenas pueden girar el cuello... alguien se acerca a preguntarles algo y yo aprovecho de mirar sobre mi hombro, no vaya a ser cosa que alguien quiera asaltarme en ese instante en que los carabineros se distraen en alguien.

Los edificios duermen apaciblemente, cada vez se hunden más en la tierra, nadie los mira, nadie los observa... es como si fueran parte de un paisaje vacío, sin brillo... sin vida... todos pasan de largo, la gente los usa y solo unos pocos los cuidan.

¿Una vuelta más? Si, aún queda tiempo... tan solo 20 minutos.

Entré a la Galería Imperio, no tiene nada que ver con su homóloga de Buenos Aires, está vieja y vacía... las tiendas de lana son el lugar perfecto para que las mujeres aburridas vayan a tejer desde temprano... ¿para qué estar en la casa si puedes estar tejiendo? Para que estar en la casa, yo prefiero seguir caminando.

Salí por una calle, una conocida pero yo nunca recuerdo nombres... no le tengo apego a los nombres de las cosas, menos de las calles... para eso hay GPS o las Amarillas de Publiguías. Ya casi en la hora, los personajes más extraños comienzan a aparecer: el joven cañoso que viene después de la fiesta, la señora triste que compra una rosa a la salida de la iglesia, la familia que pasea con ropa deportiva por las calles, el gringo cowboy hippie con el cigarro apretado solo por la comisura de sus labios, la vendedora ambulante que trae siempre consigo sus dos perros y su gatito, el grupo de turistas de la tercera edad de Las Condes que pasea asombrado de la suciedad, el chino que luce una ostentosa cámara y fotografía alguna iglesia colorada... la pastela que camina escuchando música pensando en alguien y disfrutando de la soledad y sus pensamientos (sí, esa soy yo).

He consumido mi tiempo es hora de ir a ver al doctor.

lunes, 26 de agosto de 2013

151ra Entrada, Andante: Where we would be, Porcupine Tree



Me encanta leer, pero no leo para coleccionar una lista de títulos y autores en mi cabeza, leo para escapar de la realidad y volar a otro mundo, uno lejano y distante, sin metro apretujado, ni tacos, ni gritos, ni estrés ni etiquetas.

Hoy, después de casi 2 meses y medio volví al yugo... una lesión me mantuvo al margen del viaje a la oficina más no del trabajo, salvo estas dos semanas donde fui a San Andrés a tostar mi piel y disfrutar del mar caribe. Extraño levantarme a las 7 a.m. y quedar desocupada, desayunar y meterme a nadar una hora después... perder la noción del tiempo, buceando, fotografiando los pececillos de colores... un cocofresa a media mañana y continuar en el mar... desee muchas cosas durante mi estadía lejos, pero lo que más extrañé fue leer y besar.


  1. Leer porque siempre es necesario alimentar la imaginación, darle más herramientas a la creación... pero también pensé en las personas que gustan de la lectura, realmente no sé en qué se fijan más, si en autor o si en el mensaje real que quiso transmitir... no tengo idea, es como si quisieran refregarte en la cara tu falta de memoria o como si intentaran hacerte notar lo estúpido de las cosas que lees... lo sé, yo también lo sentí así... aunque fuera sobre literatura "sin importancia".
  2. Besar porque es algo que extraño, porque pienso en alguien (¿o alguienes?) y él no piensa en mi, salvo cuando me necesita... así es la gente, cuando eres tan suficiente solo te buscan cuando te necesitan... así es toda la gente... ¿y qué hay de ti? pues yo busco a la gente para compartir un rato, no porque necesite una formula en el excel, la discografía de un grupo o arreglar un computador... cuando la gente desespera por las cosas es cuando más te busca, me hace sentir un instrumento y me hace desear ser más egoísta para evitar ese sentimiento... 


Y así como no recuerdo el nombre de los integrantes de una banda importante, no recuerdo siquiera el nombre del grupo, si me gusta recordaré su melodía y mensaje eternamente... prefiero recordar el cumpleaños de mis cercanos, eso me parece una muestra de cariño, recordar autores y nombres me parece superfluo mientras disfrute de sus palabras y/o música, por eso tengo tanta, por eso comparto la que más me gusta, porque prefiero compartir el sentir en todos sus tiempos.

No sé por qué razón, motivo o circunstancia escribí esto, la verdad no tiene ningún sentido, quizá quería contar algo, quizá quería expiar mi mente o contarles que leí un libro cortito que se llama "De vez e cuando" de Claudio Bertoni, para serles franca lo leí en 40 minutos (como máximo) es un libro de ""poemás"" simpático y muy "shileno", quizá nunca más lo recuerde... pero me enseñó el lado ¿romántico? de un hombre.

No sé si es por que se acerca la primavera, pero comienzo a sentir la falta de amor, la falta de amar a alguien, creo que ya tuve suficiente de relaciones vacías, quiero algo real, algo que se meta bajo mi piel... como esos jóvenes besándose en el andén, o ese hombre que venía discutiendo por celular y al ver a su "mujer" la besó como si el mundo se fuese a acabar, todos ellos inmunes a la multitud, indiferentes del cansancio de todos... ellos en su maravilloso mundo... observé de lejos y los envidiaba... y desee lo mismo con alguien que no se avergonzase de tomarme la mano al ir por la calle y besarme (como él sabe hacerlo)...

¿Me estaré deprimiendo?

Escribí esto sin música, eso es raro... la Cuchurrumina duerme entre mis piernas, eso me ayudó a encontrar música ad hoc

Quizá leo mucho, por eso no encuentro al indicado

domingo, 25 de agosto de 2013

sábado, 24 de agosto de 2013

149na Entrada, Adagio: Lazy Afternoon, Joe Henderson



Una Idea se desliza por su mente, un piano y una trompeta suaves hacen su magia, su música suena no muy lejos... tan sensual, con ese ritmo que despierta los sentidos a algo más... comienza a sentir calor, suavemente acaricia su cuello, siente que algo tibio a comenzado a recorrerle por completo, las manos gentiles acarician su rostro deseando, ¿deseando?... lentamente comienzan a dibujar un mapa en el que memoriza cada sensación... algunos escalofríos despiertan en su espalda, su mente se vacía de a poco, quedando espacio solo para una Idea... el recorrido de sus manos continúa sinuoso por su cuerpo, su respiración se acelera un poco... gime suave al encontrarse con la piel de su sexo, sus manos expertas ya conocen el ritmo perfecto, saben qué texturas son las que mayor placer le proporcionan, sus manos saben demasiado... suspira profundo, en su mente se encuentra solo la Idea... se muerde los labios, llamando a los otros labios que no llegan y se escabullen, una pequeña distracción... exhala con agitación, tensando los músculos de su abdomen, apretando las piernas... esta cerca, muy cerca...un vaivén envuelve sus caderas al ritmo de la música, abre sus ojos... pestañea lentamente, vuelve a exhalar... aguanta su respiración unos momentos... solo unos momentos... la música termina.

viernes, 23 de agosto de 2013

148va Entrada, Andante: Start of something beautiful, Porcupine Tree


The kiss that she dreamed was perfect, their lips gently touched each other and the desire increased the feeling of flying, they needed to be close so close that their heartbeats scream so loud that the entire world could hear them... then she awakes and the world disappears, reality seems so surreal when you are not by her side... that's life's cruelty.
All that she wanted was a kiss in paradise.


---o---


Always in my thoughts you are
Always in my dreams you are
I got your voice on tape
I got your spirit in a photograph
Always out of reach you are

Cold inside my arms you are
Simple like a child you are
I remember when you took my hand and led me through the rain
Down inside my soul you are

The more I show the way
I feel the less I find you give a damn
The more I get to know the less find that I understand
Innocent, the time we spent, forgot to mention we're good friends
You thought it was the start of something beautiful?
Well think again.

Mother lost her looks for you
Father never wanted you
I trust to love and then I find you never really felt the same
There's something in your heart so cruel

domingo, 11 de agosto de 2013

147ma Entrada, Adagio: The moon touches your shoulder, Porcupine Tree


Se quedó mirando las gotas resbalar por la ventana, la lluvia acariciaba suavemente el vidrio expuesto a las inclemencias del viento, el vapor de la respiración se desvanecía tal como sus recuerdos del mar agitado en los días de tormenta. Deseaba que los momentos se quedaran para siempre en su mente, que las texturas no abandonaran sus sentidos y que las sensaciones no se desvanecieran de su piel.

El recuerdo de sus dedos acariciando sus labios, los latidos acelerados de su corazón con los que encendió su locura hacían eco en su cabeza, así como las olas golpean la arena con fuerza y furia desmedida, como el instinto que azora cuando la sangre fluye entre las venas. Cada vez que el viento azotaba las ventanas, escuchaba distantes sus tenues quejidos ahogados por la oscuridad de la noche sin luna y pensó que las noches de invierno en la costa siempre traen consigo mucho ruido y agitación, como si el impetuoso viento no resistiera excitar a las olas del mar.

Aquella fría mañana, su joven amante yacía lánguida bajo las sábanas y lo miraba con ternura, sus blancas manos sostenían las suyas en un abrazo apretado, como si no quisiera desprenderse... como si fuera su último vínculo, ella sabía que no había amor en su expresión pero en su alma una luz había despertado. El silencio llenó el abismo entre sus corazones, entre sus dedos guardaban el calor mientras que de sus miradas pendían sus almas expectantes a revivir los recuerdos.

martes, 6 de agosto de 2013

146ta Entrada, Allegro: La quiero a morir, Francis Cabrel


Hoy, después de muchos años escuché esta canción. Cada nota estuvo llena de recuerdos y emociones, de fotografías borradas, imágenes que fueron eliminadas de mi memoria física más no de la mental.

Quien me dedicó estas palabras fue el primer amor de mi vida, el primer soldado que marchó durante un tiempo junto a mi y soportó los embates de mi carácter e inmadurez. Por ello, y desde el fondo de mi corazón estoy muy agradecida por estas palabras, por el amor que compartimos y por todo lo que fuimos y no llegamos a ser.

Con una sonrisa recuerdo la primera vez que me envió esta canción, la verdad no magnificaba lo hermosa de la letra, quizá estaba destinada a que la valorara realmente a los 25 años y no a los 19. ¡Ay del tiempo! Hoy soy capaz de recordar con una sonrisa y con una especie de vacío, pero feliz de que esté donde quiera que esté y que disfrute la felicidad que la vida ponga en su camino.

Me despido infinitamente agradecida.

CVM

“Me hallarás bajo las estrellas corsas donde nos besamos por primera vez”
2:26 Hrs., Cloud Atlas

jueves, 1 de agosto de 2013

145ta Entrada, Adagio/Agitato: One, Metallica

En estas últimas semanas se ha cuestionado en silencio como debiesen ser las cosas.
– Para todos parece fácil encamarse y volverse bestias sin raciocinio – se dijo a sí misma, mientras el vapor del café y su aroma le evocaban recuerdos fallecidos.

– No es fácil mirarse al espejo cuando sientes que el mundo escapará en su reflejo e inundará súbitamente la realidad en que vives – le decía una voz detrás en su cabeza mientras apuraba las últimas gotas de café escondidas en el fondo de la taza. Se levantó de su asiento y llevó las cosas al fregadero en la cocina. La casa estaba vacía, salvo por su gata, cuyo cascabel murmuraba tenue entre las jugarretas y carreras que hacía.

– ¿Por qué es tan fácil para todos? – Continuó preguntándose – ¿Por qué es tan fácil olvidar la razón?

– Porque a la gente le gusta las cosas fáciles, y tú no eres la excepción, tú también desearías tener esa capacidad de disfrutar lo físico sin la necesidad de llenarte emocionalmente. Es más, tú drenarías las energías de cualquiera que se te acercara porque aún no conoces la horma de tu zapato, no conoces a tu igual.

– Puede que tengas razón – le respondió a la voz – Puede que aún espere lo imposible, aún tengo fe en que el destino oirá mis palabras.

– Dios es sordo, niña. Deja de soñar, mira que el tiempo pasa y es lo único que no vuelve atrás.

Dicho esto, algo se vació en su corazón, como un cáncer extirpado que deja cicatrices que calan profundo en la psiquis. Miró el techo, su gata se paseó entre sus piernas. Un solo maullido y la voz desapareció, nunca más volvió, ni su sombra ni su recuerdo.