martes, 23 de octubre de 2012

100ma Entrada, Presto Agitato: 9na Sinfonía, Beethoven


Ese doloroso sentimiento cuando te das cuenta que pasas a ser un número más, una de esas caras vacías que caminan por inercia al metro… porque cuando te creías especial la humillación de los años te hace entrar en razón… te demuestra que no eres nada mejor, nada del otro mundo… nada especial… aquellos talentos que añoraba, mi carácter fuerte… todo domesticado bajo el yugo del sistema… sin dinero no se es nada, si sin ser nada no puedes cumplir tu sueño… como desearía huir de todo esto, incluso de esta vida… este sistema, este planeta, esta dimensión… esta escuela que hiede a perdición.
Muchas veces me pregunto por mis valores, me miro y soy un monstruo escondido bajo la piel de oveja, soy realmente un ser terrible, que aún no se domina a si mismo ni es lo suficientemente inteligente para usarlo en su provecho… el silencio, el maldito silencio como lo amo.
Y así vuelan las horas, ni se sienten cuando no las consideras, son eternas cuando menos lo necesitas… este cerebro se seca y se convierte en otro del montón, siento que no le queda talento, que no le queda nada de lo cual sentirme orgullosa y única… siento que no queda nada en mi cerebro que sea especial… siento que he perdido mi sabiduría… solo la cordillera me consuela…


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