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Me pides que sea como antes, me pides una yo del pasado, una yo sin nuestra historia, una yo sin todo este año de estudios, una yo sin todo lo que he aprendido y razonado, una yo sin todo el menjunje de emociones, miedos y razones que encontrado en el camino. Yo solo le muestro uno de los tantos caminos para llegar a mi, y cada vez me siento más lejos, me guardo mi corazón para aquellos momentos de cercanía, porque en cada momento de vulnerabilidad tu estás ahí para mi, porque en cada momento en que tu me necesitas yo siento que no soy suficiente… porque mi música no te alcanza, por mis palabras no te hacen sentido, porque mis razones no te son suficiente, porque ya el peso de la decepción es demasiado grande para los dos, tanto que solo nos queda un plan en común que nos une, una voluntad de alcanzarlos. Besos fríos que desesperan, soledad abrazadora y maravillosa que a veces anhelo, te quiero cerca y te quiero lejos. Porque no me dices lo que piensas, porque mi pasión es demasiado abrumadora para tu espíritu, porque piensas que paso por sobre ti y esa debilidad me cabrea. Estoy cansada de tu debilidad de mente, de tu debilidad de billetera, de que solo seas mi pilar emocional pero que tenga que cargar con todo lo demás, y que la única forma que siento que sientes que me compensas es ayudándome a hacer lo que mi tiempo no alcanza a cumplir. ¿Es esto una relación feliz? Tenemos de todo, nada nos falta, puedo proveernos hasta que tenga trabajo… tengo miedo, y sí, mucho miedo, pero me enfrento como puedo a él. Quizá tu también tienes miedo y no sabes decirme… pero yo te lo digo, tu solo te escabulles, ya no me miras… solo te escabulles y yo, solo puedo mirarte en menos.
