Es tiempo de despertar del sueño que nos mantiene viviendo la televisión, la fantasía que nos mantiene a todos como espectadores de una función teatral donde el dueño del teatro nos quita nuestras horas de vida estando pendientes de estupideces y de estúpidos. El teatro viene muy bien equipado con personas apostadas en cada entrada, dispuestos a quitarnos hasta los calzones para que tu, estúpidamente, entres a ver una obra sobre una vida perfecta que tu no tienes. El teatro cuenta con luces llamativas, con hermosos objetos decorativos, con tapices perfectos que te hacen sentir que estás en un sueño.
Desde que naces, de alguna manera estás obligado a entrar al teatro, la obra que verás durante toda tu vida se trata sobre el dinero, sobre la vida materialista y superflua que amas soñar, idolatrando estrellas del pop, del futbol, de la música (que ni siquiera es música), empresarios e incluso, idolatras a las mismas personas que te mantienen distraído de tu vida, de tus talentos, de tu espíritu, los amas por tener lo que tu no tienes; envidias a aquellos que han logrado acceder a mejores butacas (a costa de horas de esclavitud) y te da rabia que otros no valoren tus talentos, te da rabia no tener la capacidad que ellos tienen para lograr el éxito. Éxito de estar más cerca de esos protagonistas, o más cerca de los productores... porque los dueños y los directores del teatro son inalcanzables. Sin embargo, la vida no se trata de las cosas materiales.
Al momento de entrar al jardín o al colegio, tu sientes y sabes que hay algo que está mal, sabes que no vas a aprender a compartir y a mejorar tus habilidades y/o aptitudes, vas a aprender a obedecer, a aprender una respuesta específica a cada pregunta, a sumar de una manera, a escribir conforme a los estándares, aprendes fechas, eventos y guiones escritos de tal forma que aprendas un aspecto específico de la historia (el que los dueños del teatro quieren que sepas), aprendes a entender la naturaleza desde un único punto de vista; y lo peor de todo, aprendes a no cuestionar la vida, es decir, no aprendes a pensar en lo que vives, en lo que sientes ni menos en lo que tu quieres.
Así desde chiquito, te desconectan de ti mismo y te transforman en un espectador de la vida de otros. Aprendes a manipular, a envidiar al compañerito porque aprende (o se adapta) de mejor forma a este teatro, envidias al niño que tiene más seguidores o que tiene más lápices o que gracias a sus padres pudo acceder a mejores condiciones. De esta forma aprendes a competir, no a compartir; aprendes a obedecer al profesor, no a pensar por ti mismo; aprendes el egoísmo, no aprendes a ser empático con otros, aprendes a ayudarte a ti mismo porque no podrás confiar en nadie. Entonces la mejor lección la aprendes en el jardín, colegio, universidad: tu estás solo. Desde tu interior sabes que no estas solo, entonces tratas de encontrar en otros (además de tu familia) el reflejo de ti mismo, tratas de encontrar personas que quieren contribuir a tu crecimiento así como tu quieres contribuir al de ellos. Te vas encontrar con personas que serán buenos actores, parecerán tus amigos, pero harán lo que sea para salvarse a sí mismos, incluso a costa tuya; pero hay otras personas que te ayudarán a mejorar tu posición en este teatro, da gracias por ellos, porque existen muy pocas buenas personas.
¡Eureka! has aprendido a sobrevivir a la vida en un sistema contaminado con la ambición de poder, porque aprendes que el dinero da poder sobre otros, da poder de adquirir, adquirir felicidad e incluso a personas... y si no las puede comprar, consigue excelentes imitaciones. Aprendes que el "tener" es la felicidad, no el ser; ¡Bienvenido! te has convertido en la oveja perfecta que obedece y no cuestiona, que hace su trabajo, y consume sus horas para enriquecer a alguien más, a costa de su salud, de su tiempo, de sus talentos, e incluso (y he visto) a costa de sus familias, vidas y almas.
Felicitaciones a todos aquellos que se han convertido en la variable "C" de la ecuación Yn=C+I+G+(X-Q)... es decir, se han convertido en un número que impulsa el crecimiento de un "país teatro" a costa de su consumo, de sus impuestos, de su trabajo... de su esclavitud. ¡Qué tristeza vernos como especie disminuidos a una cifra, a una idea que es totalmente ajena a nosotros mismos!, una idea que destruye el planeta, destruye a otros seres, e incluso nos destruye a nosotros mismos.
Por favor, usemos el cerebro, usemos nuestras ideas, nuestros recursos y energías en salirnos de este teatro infestado de odios y ambiciones (que ni siquiera son nuestras). Tratemos de vivir nuestras vidas lo mejor posible, sin hacerle daño a los demás, usemos los recursos sabiamente... porque si no, tarde o temprano, la naturaleza tomará lo que es suyo y nos borrará del mapa sin haber evolucionado espiritual, intelectual ni energéticamente.
Si alguien llegase a leer esto, le pido que sea consecuente consigo mismo y con su Dios (cualquiera que sea), sea consecuente, sea respetuoso, y manténgase preocupado de su vida y de los que ama, no de los demás, ayude si puede, si no puede ayudar ore y dedíquele energía positiva a esa persona que sufre o que no ve más allá de lo que le enseñaron a ver.
Por el bien de todos lea, aprenda, cuestione, PIENSE, aunque no piense igual que yo, piense, investigue. Si no tiene tiempo para leer, escuche un audio-libro, escuche youtube o cualquier cosa que lo saque de su ignorancia, que haga que se pare de su butaca en ese oscuro y terrible teatro por miedo a lo que dirán los demás o como se verá ante los demás, deje de aguantar y comience a vivir.
Gracias al internet el conocimiento aun es gratuito, por lo tanto no hay excusas para mantenerse al margen de la realidad.
Saludos y buena vibra para todos.