A veces nos veo como la maldad encarnada, veo que hay personas que disfrutan con el dolor y la tristeza de otros humanos y animales, veo como justifican esa provocación de miseria colectiva, veo como se burlan y jactan de cosas que sucedieron por accidente (como el país donde uno nace), observo la imbecilidad y me escoce la carne, destruye mis neuronas ver tanta, pero tanta mediocridad.
Todos se sienten héroes por ser "Campeones de la Copa América", los héroes son los que jugaron en la cancha, los que con disciplina (de algunos) han llegado lejos en el circo del fútbol. Ellos son los triunfadores, no las personas, no los "chilenos" que se congregan en un lugar a hacer destrozos, a robar, o como ellos dicen "celebrar".
Me avergüenzo de mi misma cuando me comporto como una imbécil más, siento el peso de los años en el colegio, aprendiendo de la competitividad y del odio a los que no pertenecen al "mismo grupo que tu". Cuando entras al curso con la letra B y no a la A, odias a los de la letra A, cuando vas en 7mo odias a los de 8vo, cuando vas en 3ro medio odias a los 4tos, y aquellas que no son del Liceo 1, o que no son del Instituto Nacional, de la USACH o de la UCH o la UC. Todavía veo en mi rastros de esa mierda asquerosa de formación inhumana mecánica, que atrofia los cerebros para siempre. Cuesta sanarse de creerse superior por estar en un lugar, o por elegir un equipo de fútbol, o un estilo de música. Donde no hay respeto no hay humanidad, y yo lo vivo todos los días cuando manejo por esta ciudad, y si, me avergüenzo de mi, de mi mala actitud hacia los hombres que creen que por tener un auto más grande son avasalladores y con las mujeres por manejar tan estúpidamente mientras se maquillan o se van viendo el perfil de las cejas y manejan con los codos doblados pegadas al volante porque temen chocar por cambiarse de pista.
Mi paciencia es limitada, incluso conmigo misma, y esto es una forma de sacarme toda esa mierda inhumana que soy, para que cuando actúe estúpidamente me de cuenta de cuanto he perdido de sentido común, de humildad, y de calidad humana. Incluso jactarme de todo lo que leo, de todo lo que veo, de todo lo que soy es un pecado, el auto reconocimiento debiese tener origen en mis aportes a mi vida y a la de otros, no a la forma en que paso por encima de ellas por todo lo que he logrado (eso sí con mi propio esfuerzo)... Ah, humildad que difícil de aprender sin sentir que uno es hipócrita.
Después de ver y leer a George Orwell mi vida cambió para siempre, mi "despertar" ocurrió hace mucho, tenía fe en las personas, en los sentimientos puros y su "victoria" sobre la impureza del ser, pero viéndonos, viendo las atrocidades humanas, leyendo los comentarios de odio contra los palestinos, aquellos que justifican a Israel, a Estados Unidos, a la OTAN, los que odian a Grecia por ser de las pocas naciones que eligen salir del nuevo orden, todo ese odio, todo ese poder concentrado, toda esa basura humana me afecta de tal forma de no tener fe ni esperanza en nosotros.
Solo puedo aspirar a cambiarme yo misma para que el mundo que percibo sea feliz, pero no concibo ese cambio dejando de ver todo aquello que me hace sufrir, no puedo ser ciega a todo lo que ocurre, no puedo dejar de cuestionar todo lo que sucede a mi alrededor, no puedo dejar de pensar.
Por ello, les pido que me dejen ser en mi locura, les pido que me ayuden a encontrar mis contradicciones argumentativas para que dejen de tenerlas. Que Dios y el Universo nos ampare de esta realidad que percibimos.
Ojalá que la vida pase para todos los seres humanos sin sufrimiento físico ni emocional. Ojalá en la casa nos enseñaran el verdadero valor de la igualdad. Ojalá tengan tiempo para mirar el vídeo origen de este escrito.